Sabías que la voz que más escuchamos es la nuestra, aunque no lo creas la manera en la que te expresas de ti queda tan presente en tu mente como una firma en tu cabeza.

Esa vocecita interna puede ser tu mejoramigo y llenarte de elogios o tu peor enemigo y resaltar tus debilidades.

Ese momento en el que te das cuenta que, estas pensando en todos tus miedos, tus inseguridades, que piensas en ti como desechable, diciendo que por cualquier razón te van a dejar o loca, por lo que dudas de tus mismas acciones, generan en ti un sentimiento de inferioridad y poco valor.

Si tu te tratas así vas a permitir que las personas en tu vida te traten de esa manera, les das la oportunidad de hacerte sentir ¨basura.

Las palabras que te digas día a día tienen un impacto increíble en la persona que eres diariamente pero más en las personas que permites entren en tu vida, consiente de lo que eres y lo que vales.

Vamos a hablarnos bonito, a tratarnos con cariño y a mostrarnos a nosotros mismos lo que merecemos y valemos.

Fanny

Cuando subes a un avión y las aeromozas empiezan a explicarte las medidas de seguridad hablan de las salidas de emergencias y todos los puntos que debes llevar a cabo hay un punto donde dicen que en caso de una descompresión en el avión estarán las mascarillas de oxígeno y tienen una frase que me impacta mucho y que genera mi post de hoy, es “Primero tú y después su acompañante” , priorizar colocarnos la mascarilla primero independiente de si es mi familia, mi hija o mi pareja aunque esa persona no pueda hacerlo. La respuesta es la misma, puedes ayudar pero primero TÚ.

Así de simple, no rescates a nadie antes de rescatarte a ti.

No puedes salvar a nadie sino te salvas primero.

No puedes cuidar a nadie sino te cuidas tú.

No puedes querer a nadie sino sabes quererte a ti mismo.

Nos causa mucho conflicto el considerar no ayudar o rescatar a una persona que amamos pero si lo hacemos sin estar bien nosotros seria sacrificarnos en el proceso.

Una frase de supervivencia tan sencilla pero que debe generar en nosotros una reflexión sobre qué tanto me cuido a mí mismo, no estoy hablando sobre no ser empáticos con las otras personas o ayudar a mis seres amados.

Sino de la capacidad que realmente tengo de ayudar o apoyar a los demás sino estoy en condiciones. Y sé que suena repetitivo YO, yo, yo, pero no es ser egoístas es ser consientes de que necesitamos estar bien y sentirnos bien para poder estar para los demás.

Así que hoy solo piensa, “Primero Yo”

Fanny

Amor propio siempre ha sido de mis temas favoritos, porque es el más difícil de conseguir y además es lo más complicado de mantener. Todos sabemos que debemos amarnos a nosotros mismos y creemos que si me gusta como me veo significa que me amo y entonces todo es genial en mí.

Pero como todo, lo que trata de emociones y pensamientos el amor propio es más complejo, no solamente es gustarme sino de tratarme como a la persona que más amo en este mundo.

Cuando llegan a la oficina constantemente me aseguran que tiene amor propio porque se arreglan y son valientes y se dan a respetar y eso es genial. La duda aparece cuando pregunto si perdonan sus errores, si son considerados con ellos mismos, si respetan lo que sienten y no se llaman a sí mismos como locos o exagerados o se fuerzan a cambiar sus emociones.

Hagamos un ejercicio piensa en la persona que más amas en el mundo, puede ser tu mamá o tus hijos, quizás tu pareja o un amigo. Piensa en todo lo que haces y estarías dispuesto a hacer por ellos. Todo lo que serías capaz de alcanzar y de pelear con y por ellos, todo lo que has perdonado, ahora ponemos todo eso junto y piensa en ti, realmente harías todo eso por ti.

Pocas personas dirán honestamente que sí, otras dirán que sí pero realmente no lo harían, porque es más fácil amar a los demás que amarse uno mismo.

Así que si tu quieres aprender a amarte a ti y a que tú vas primero, empecemos con la base y lo más importante AUTOCUIDADO.

Nos vemos pronto.

Fanny